sábado, 10 de enero de 2015

El exceso de velocidad y la falta de atención del maquinista provocaron el accidente ferroviario de Santiago


La Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios ha aclarado que los motivos del accidente del Alvia de Santiago de Compostela, que el verano pasado descarriló provocando la muerte de 79 personas y 147 heridos, fueron el exceso de velocidad y la distracción del maquinista.
Casi un año más tarde de que tuviera lugar el trágico descarrilamiento del tren de Santiago de Compostela, la CIAF ha determinado los motivos que provocaron el accidente. Según las investigaciones, el exceso de velocidad y la falta de atención del maquinista al responder una llamada del interventor, fueron los principales culpables de la tragedia que provocó 79 muertos y 147 heridos.
Un documento elaborado por el órgano adscrito al Ministerio de Fomento refleja que el tren circulaba a 147 km/h por la curva de Angrois –que tiene una limitación de 80km/h-, lo que evidencia que el maquinista no respetó los horarios prescritos en el libro del tren ni el cuadro de velocidades de la máquina. Además, el tiempo que invirtió en responder a la llamada del interventor, que se alargó durante 100 segundos en los que recorrió 5.540 metros sin realizar su actividad normal de conducción, le impidieron aplicar adecuadamente el freno antes del inicio de la curva. En el informe para determinar las causas del descarrilamiento, la CIAF asegura que “la llamada fue excesiva y reiterativa” dado que su elevada duración ocasionó que el maquinista reaccionase apenas a 6.000 metros de la curva en la que se sucedió el terrible accidente.
Al no poder iniciar la frenada en el momento oportuno, el sistema necesitó tres segundos para comenzar una desaceleración efectiva. Un tiempo en el que el tren llegó a alcanzar una velocidad de 195 km/h descarrilando poco después en un tramo que estaba fuera del sistema ERTMS (Sistema europeo de gestión del tráfico ferroviario). Debido a ciertos problemas con este sistema, en el trayecto Santiago-Orense se circulaba en todo momento con el sistema Asfa digital sin activar el ERTMS en ningún tramo del recorrido, por lo que era el maquinista quien tenía que reducir la velocidad, según el informe remitido al juez.
El maquinista declaró que no sabía lo que estaba pensando en ese instante en el que no redujo la velocidad, que el tren llegaba unos minutos tarde y que debía responder una llamada. No obstante, aseguró no ser capaz de decir por qué actuó de esa manera. 
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