Toda historia tiene un principio
Médicos Sin Fronteras (Médecins Sans Frontières, MSF) es una
organización no lucrativa especializada en medicina y ayuda humanitaria que
dedica sus esfuerzos a ofrecer asistencia a las víctimas de tragedias tales
como desastres naturales y humanos y conflictos armados. Se postula completamente
en contra de la discriminación por raza, sexo, religión, creencias, cultura o
preferencias políticas.
Nació en Francia en 1971 a manos
de un grupo de médicos y periodistas, entre los cuales se encontraban Bernard
Kouchner y Jacques Mabit, dos de sus más importantes fundadores. Estos médicos
eran testigos del genocidio que se estaba llevando a cabo contra la minoría
Ibo, en Biafra, pero estaban obligados a guardar silencio a imposición del
Comité Internacional de la Cruz Roja, donde trabajaban. Mientras, el otro grupo
de sus compañeros estaban prestando asistencia humanitaria a los afectados de
las inundaciones que asolaron a Pakistán Central por aquel entonces.
Una vez terminó el proceso de
descolonización, los médicos supieron comprender que el escenario internacional
estaba cambiando y que era necesario adaptarse la ayuda ofrecida a las nuevas
necesidades que surgirían. Esto quería decir no limitarse exclusivamente a
socorrer a las víctimas de las tragedias, sino que también sería necesario
denunciar las violaciones que se cometieran contra los derechos humanos, crear
y difundir corrientes de opinión que concienciaran las mentes a través de los
medios de comunicación y, en suma, profesionalizar la ayuda prestada.
Y no les fue mal. En la
actualidad cuentan con casi cinco millones de socios, dos mil voluntarios
dejándose la piel en diversos programas humanitarios distribuidos en un total
de setenta países, y otros mil dedicados exclusivamente a labores
administrativas. Entre las enfermedades que tratan se encuentran la
tuberculosis, el sida y la meningitis.
Pero hablemos de cifras
En cuanto a su financiación, las
cuentas anuales del MSF son auditadas por KPMG y posteriormente aprobadas por
la Asamblea General de la organización.
Sus ingresos en 2014 contaron con
un gran respaldo social que les permitió seguir garantizando su independencia
económica y, con ello, su acción
médico-humanitaria. Así, de los 148,78 millones ingresados durante ese período,
un 89,8 % pertenecían a fondos privados. De hecho, este periodo se caracteriza
por haber registrado un crecimiento histórico de los donativos recibidos,
motivados quizá por la fuerte movilización social que se produjo este año ante
la epidemia del ébola.
Con respecto a sus gastos, el
2014 se caracterizó nuevamente por cumplir estrictamente el presupuesto, que comprendía
un total de 120,67 millones de euros. De este gasto se destinó un 83,8% a su misión
social: la asistencia médico-humanitaria directa en (a la que destinan 88,71 millones de euros, 4,6% más que en
2013), el apoyo a estas misiones y las actividades de testimonio,
sensibilización e incidencia ciudadana. Mientras que la captación de fondos y
la administración supuso un 16,2% de los gastos.
Comunicación
La directora de comunicación en
España es Amaia Esparza. Cuenta con más de un millón de seguidores en Twitter,
contabilizando las cuentas de todos los países. Asimismo, posee más de 71.000
entradas de noticias en Google, según vierten los resultados de Google News, y
destaca tanto en cabeceras nacionales como internacionales, siendo de gran
notoriedad para las cabeceras más importantes.
Los datos de esta práctica se han tomado de la página oficial de
Médicos Sin Fronteras.
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