sábado, 22 de noviembre de 2014

Una noche que no pasa de moda

Vogue Fashion Night Out estrena su sexta edición y llena de luces y moda la noche madrileña.


El barrio de Salamanca y el área de Las Salesas-Fuencarral tenían todo preparado para que la noche del 18 de septiembre brillase con luz propia. Se vistieron con sus mejores galas y las puertas de todas sus tiendas permanecieron abiertas hasta medianoche, para dar comienzo a la sexta edición de Vogue Fashion Night Out, que de nuevo prometía llegar pisando fuerte y con un buen par de tacones.

Aunque la lluvia intentase ser el centro de atención en una de las noches más glamurosas del año, se encontró con cientos de paraguas dispuestos a que la moda fuese su única protagonista. Así, todas las tiendas del Barrio de Salamanca y el área de las Salesas-Fuencarral permanecerían despiertas hasta llegar la medianoche ofreciendo descuentos, música en vivo y numerosas actividades y sorpresas para aquellos que se decidieran a traspasar sus puertas. Y es que la ocasión lo merecía, la sexta edición de Vogue Fashion Night Out comenzaba y Madrid se vestía de etiqueta.

Al tocar las 20 horas, las calles más lujosas de la capital –Serrano, Ortega y Gasset, Claudio Coello, Velázquez, Goya y Fuencarral- se convertían en auténticas pasarelas de moda. Precisamente, la calle Ortega y Gasset sería el lugar elegido por Vogue para situar su carpa VIP que contó con la presencia de numerosas celebrities y personalidades que no quisieron perderse el evento. El acceso a la carpa VIP era privado por lo que Vogue habilitó un enlace en su página web oficial en el que se contaba en streaming lo que pasaba dentro de la carpa en vivo y en directo. Asimismo, los que no quisieran perderse detalle de la noche, podían seguir por Twitter todo lo referente a la fiesta bajo el hastag #VFNO14.

Pero la fiesta no sólo se encontraba en la carpa VIP, y el Corte Inglés –situado en el número 47 de la calle Serrano- no podía ser menos. Durante toda la noche ofreció a los asistentes, diferentes propuestas entre las que se encontraban joyas, bebidas, globos y música. Para continuar y vivir más de cerca la experiencia Vogue, la exposición del fotógrafo peruano, Mario Testino, se repartía a lo largo de la calle Serrano para acompañar la noche de compras, y sus fotografías fueron iluminadas por las luces de los establecimientos que se esforzaban por atender a todos sus clientes.

Y ¿Qué me pongo?

“Hoy es una noche difícil porque tenemos que estar pendientes de toda la gente que hay” declaraba una de las dependientas de Michael Kors, Luigia Frezza, momentos antes de que uno de los bolsos de la conocida marca se sortease entre las asistentes que hubiesen rellenado previamente una papeleta. Además, la marca regalaba un monedero al realizarse una compra superior a los 200 euros. Pero Michael Kors no era la única tienda que se había puesto a punto para el evento y Bimba & Lola sorprendía a todas sus clientas con la presencia de una tarotista que ofrecía predecir el futuro de todas aquellas que se pusieran en sus manos. Nada que ver con la propuesta de Unisa, que contrató a la banda de música Sarcento para que amenizase la velada con diversas piezas que los músicos fueron tocando a lo largo de las calles Serrano y Claudio Coello dónde, finalmente, darían un concierto.

El abanico de ideas que proponían los distintos comercios, recogían desde flores, bombones y segundas unidades al 50% de descuento –como era el caso de Pedro del Hierro- hasta gin tonics y champán que ofrecían la casa Aristocrazy o Cortefiel. Sin embargo, no todos presentaban novedades este 2014 a diferencia del año anterior que sí obsequiaron a sus clientes con música y champán, según contaba Longchamp, asegurando que se trataba de una medida que había sido tomada “por decisión de la empresa”. 

En cuanto a los objetivos de la noche de moda, las opiniones eran muy diversas. “Aunque, obviamente, uno de nuestros objetivos sea ganar dinero” afirma Frezza, “la meta de esta noche está sobre todo en dar a conocer a nuestras clientes la nueva temporada”. Una opinión que coincide con una de las dependientas de Zara encargadas de supervisar el evento, Rebeca Paredes, que aseguraba que “hay que aprovechar la presencia de tanta gente en la tienda para presentarles nuestros nuevos productos”. La encargada de marketing de la marca española Trucco, Elena Alonso, señala también la oportunidad de “fidelizar clientes”, mientras que la encargada de Max Mara, Sonia Vaquero, va un poco más allá en sus declaraciones. “VFNO ha evolucionado mucho en estos últimos años, ya no se trata de un evento de moda, sino de un evento social” quien, además, asegura no perseguir ningún objetivo de carácter económico con la participación de su establecimiento en la velada. “Se trata de facilitarle a la gente esa pérdida de pudor que muchas veces les retiene a la hora de pasar a la tienda” insiste, defendiendo que esa es la única y más efectiva manera de “darse a conocer”.


De sobra conocida es la fiesta que, cada año, organiza Vogue en las calles más glamurosas de la capital, con un claro y único objetivo: demostrar que esta noche no pasa de moda. 

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